La luz, un símbolo omnipresente a lo largo de la historia, ha sido una metáfora poderosa para representar conceptos de claridad, verdad y divinidad en diversas culturas y religiones. En el contexto bíblico, la luz también desempeña un papel fundamental, cargado de significado y simbolismo. Exploraremos a continuación el profundo significado que la luz tiene en la Biblia y cómo se entrelaza con conceptos espirituales y teológicos.
El simbolismo de la luz en la creación divina
Desde las primeras páginas del Génesis, la luz es presentada como una manifestación del poder creativo de Dios. “Y dijo Dios: ‘Sea la luz’. Y fue la luz” (Génesis 1:3). Esta poderosa declaración resalta la importancia primordial de la luz como la primera creación divina, separándola de la oscuridad y simbolizando el orden y la vida en contraposición al caos primordial.