En la vida cotidiana, nos enfrentamos a situaciones que nos desafían, nos reconfortan y nos hacen reflexionar sobre nuestro camino. En medio de la vorágine de decisiones y eventos, a menudo buscamos una guía, una luz que ilumine nuestro sendero y nos permita avanzar con confianza. En este contexto, la Biblia se erige como una fuente inagotable de sabiduría y consuelo, una lámpara que brilla con intensidad en medio de la oscuridad.
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