En la Biblia, el libro más corto suele ser objeto de curiosidad y fascinación por su concisión y significado. Aunque es breve en extensión, su mensaje es profundo y relevante. ¿Cuál es este libro tan especial y qué enseñanzas podemos extraer de él?
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La profundidad en la brevedad
El libro más corto de la Biblia es el Salmo 117. Con tan solo dos versículos, este pequeño pero poderoso salmo destaca por su llamado universal a alabar y adorar a Dios. A pesar de su brevedad, su mensaje es claro y contundente: «Alabad a Jehová, naciones todas; alabadle, pueblos todos» (Salmo 117:1).
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